Dicen que la vida está escrita en las estrellas...
No había manera de que no me enamorara de Carsen Wheatley.
Salió de la nada y chocamos como estrellas en el cielo nocturno. Fue y brutal. La acumulación fue lenta y el agotamiento inevitable.
Nunca quise que fuera algo más que una aventura de verano y él nunca pensó en mí como algo más que fugaces momentos de felicidad.
Pero el verano es solo temporal y nosotros también.
Somos imperfectos.
Somos disparejos.
Y no tenemos ninguna posibilidad contra nada de eso.
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