Mis amigos solían decir: Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas". Claramente mintieron, porque unos meses después, descubrí que mi aventura de una noche estaba embarazada.
No podía manejar a un bebé. Yo era Griffin Rockwell, el mejor receptor abierto que la liga había visto. Pero que opción tenía? Mi niña venía en camino, estuviera listo para ella, o no.
Brooke resultó ser una mujer y madre increíble. Durante siete años, fuimos el Jugador Más valioso en la crianza de los hijos, e incluso mejores amigos. Todo cambió cuando la tragedia golpeó a nuestra familia improvisada y me enfrenté a la aterradora posibilidad de perder a la mujer sin la cual, rápidamente me estaba dando cuenta, no podía vivir.
Estaba en el apogeo de mi carrera y en camino a convertirme el mejor de todos los tiempos. Pero mantener a mi familia unida, con Brooke a mi lado, podría ser la ruta más difícil de todas.
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