"Absolutamente hermosa". Eso fue lo que pensé cuando la encontré en mi mesa en la cena trimestral de Ad Execs. Llevaba un vestido negro sin tirantes y exudaba confianza por cada una de sus partes. Asentí hacia ella, pero no hablé. En verdad no tenía mucho para decir de todas formas.
No podía dejar de mirarla fijamente y tuve que disculparme en un momento para permanecer de pie al otro lado de la sala y observarla. Lo que estaba sintiendo acerca de esta mujer impresionante fue algo extraño e inoportuno.
Habían pasado cinco años... cinco años desde Kristen... y todavía no podía seguir adelante. A ese tipo de dolor no lo puedes superar tan fácilmente y ni siquiera me encontraba seguro de que quisiera superarlo. Pero, aquí estaba, intrigado por completo e incapaz de dejar de pensar en Jen Bailey.
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