Cuando Alexei llegó a las montañas de Domjab buscando un último momento de libertad y una excusa que pusiese freno a su destino, no imaginó que la Navidad llamaría a su puerta con forma de mujer, una ventura de una sola noche que haría peligrar cada una de sus prioridades.
Una tormenta de nieve era la única culpable de que Chritmas decidiese buscar cobijo en aquella cabaña, eso y la estúpida revancha del imbécil de su jefe. Sin embargo, abrir la puerta y encontrarse con un hombre medio desnudo no era algo con lo que hubiese contado, como tampoco lo era sucumbir a la arrolladora sexualidad de él.
Una sola noche, sin normas, sin preguntas, solo placer... pero ¿sería suficiente?
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