¿Cuán duro puedes tomarlo? Lourdes
Fue descarado como el infierno desde el momento en que puse los ojos en él. Era agresivo y dominante, con los brazos del tamaño de camiones Mack, y una voz de alborotador de bar.
Era demasiado guapo para su propio bien, con una mandíbula dura, y los ojos más duros.
Siempre llevé una vida bastante tranquila, pero podía decir a simple vista que este hombre era peligroso, Por muchas razones.
La más importante era el aura de sexo bruto, sucio y duro que irradiaba.
Pensaba que sabía como manejar todo tipos de hombres, pero éste me dejó desconcertada.
Decir que no era mi tipo era ponerlo a la ligera. Pero no podía decirle eso a mi libido. Ni siquiera cuando me enteré la verdad.
Mi amante me había mentido desde el principio. Nada acerca de nuestra reunión fue una coincidencia.
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