Él ha venido a matarme.
Usó y abusó de mi propio cuerpo. En mi hora más oscura vendí mi alma al diablo y ahora debo pagar el precio. Con su pistola en mi cabeza no tengo más remedio que escuchar y obedecer, pero me niego a rendirme fácilmente. Nada es más fuerte que la voluntad de sobrevivir. Mis instintos se pusieron a plena marcha en el segundo en que entró en mi habitación de motel.
Excepto que cuando lo miro, veo a mi propio corazón mirando hacia mí. Una historia manchada por la sangre.
No se su nombre, pero sé que él me quiere. Para salvarme a mí misma voy a sacrificar mi cordura. Mi cuerpo. Mi alma. Algo que me dice que la cicatriz en forma de X que marca su ojo es la única salida que tengo. Él es el señor X: el hombre que viene a reclamar mi vida. ¿Podré salvarme a mí misma antes de que exija mi corazón?
Nota de la Autora: Esta no es una historia común de romance. Algunas personas matarían por amor.
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