Dice la leyenda que hay un hilo rojo irrompible que une a dos almas destinadas a estar juntas.
Sin importar el tiempo, lugar o circunstancia, nada puede romper el hilo invisible entre dos personas que están destinadas a estar juntas.
Así es como era entre Warner y yo, una conexión instantánea, como si siempre hubiéramos estado juntos.
Él y yo, de familias traumatizadas, encontramos consuelo el uno en el otro. El chico con la chaqueta de beisbolista y sonrisa carismática. Y yo, su princesa bohemia. El hilo invisible atrayéndonos el uno al otro a pesar del peligro que nuestro amor creó.
El pueblo susurraba acerca de nosotros.
Nuestros padres nos amenazaron con estar alejados el uno del otro.
Trataron de cortar el hilo y mantenernos alejados.
Nosotros simplemente lo atamos en nudos caóticos, sin esperanza de alguna vez separarlos.
Juntos escapamos y nos convertimos en los modernos Bonnie y Clyde. Nuestra huida llena de crimen y pasión.
¿Pero nuestra inquebrantable unión aguantará el caos que el destino nos tarjo o nuestro amor se desangrara en una piscina de rojo carmesí?
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