1. The Boy and His Ribbon
¿Qué haces cuando conoce a tu alma gemela? No, espera... eso es muy fácil. ¿Qué haces cuando conoces a tu alma gemela y tienes que pasar toda la vida amándola en secreto?
Te diré lo que haces.
Mientes.
Ren
Ren tenía ocho años cuando supo que el amor no existe, que la única persona que se suponía que debía adorarlo solo se preocupaba por cuánto valía.
Su madre lo vendió y durante dos años, vivió aterrorizado.
Pero luego... corrió.
Pensó que había corrido solo. Pero tomó algo de ellos por accidente y se convirtió en lo único que nunca quiso y en lo único que necesitó.
Della
Era joven cuando me enamoré de él, cuando cambió de mi mundo a mi todo.
Mis padres lo compraron para mano de obra barata, como lo habían hecho con muchos otros niños, y él tenía las cicatrices para probarlo.
Al principio, me odió, y puede entender por qué.
Durante años fue mi peor enemigo, el protector más feroz y el amigo más querido.
Pero al final... me amó.
El único problema fue que me amo de una manera completamente diferente a la forma en que lo amé.
Y, lentamente mi secreto nos separó.
¿Qué haces cuando escribes todos tus secretos? No... eso no es suficiente. ¿Qué haces cuando escribes todos tus secretos y la persona que nunca debería leerlos lo hace?
Te diré.
Tienes Esperanza.
Ren
Ren no conocía el significado de amor hasta que tomó a Della.
Al principio, la odiaba, pero a medida que los meses se convirtieron en años, aprendió lo opuesto al odio, dedicó su vida a darle todo.
Cada sacrificio, cada regalo, se lo dio de todo corazón.
Pero luego el amor se convirtió en lujuria y arruinó todo.
Al principio, la odiaba, pero a medida que los meses se convirtieron en años, aprendió lo opuesto al odio, dedicó su vida a darle todo.
Cada sacrificio, cada regalo, se lo dio de todo corazón.
Pero luego el amor se convirtió en lujuria y arruinó todo.
Della
Fui estúpida al escribir mis secretos, pero había sido estúpida antes,a sí que no era nada nuevo.
No podía culparlo, odiarlo ni arreglarlo.
Traté de seguir adelante sin él.
Pero no importaba lo que hiciera, no podía borrar los secretos que había escrito.
Hasta que algo sucedió.
Hasta que regresó y leyó mis estúpidos secretos.
Y nada fue lo mismo después de eso.
No podía culparlo, odiarlo ni arreglarlo.
Traté de seguir adelante sin él.
Pero no importaba lo que hiciera, no podía borrar los secretos que había escrito.
Hasta que algo sucedió.
Hasta que regresó y leyó mis estúpidos secretos.
Y nada fue lo mismo después de eso.
Jacob
El día que nació, Jacob aprendió su lección más dura y más larga.
No era una lección que un chico debiese aprender a tan temprana edad, pero desde sus primeros recuerdos supo que donde vive la felicidad también lo hace la tragedia. Donde existe el amor, también lo hace el sufrimiento. Y donde reside la esperanza, también el dolor.
Esa lección lo convirtió del niño al adolescente y al hombre.
Y nada ni nadie podía cambiar su mente.
Hope
La primera vez que lo conocí el tenía catorce años, de todos los lugares, en el estreno de una película. Una película basada en la vida de sus padres.
Él era estoico, fuerte, desconfiado y reservado.
Yo solo tenía diez años, pero sentí algo por él. Un extraño tipo de pesar que me hizo querer abrazarlo y sanarlo.
Era la hija del actor contratado para el papel de su padre.
Compartíamos similitudes.
Reconocí partes de él porque era partes de mí.
No importaba cuántas veces nos entrásemos. No importaba cuántas veces lo intentase yo.
Él se mantenía fiel a su juramento de enamorarse jamás.
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