Fiona
Mi primer semestre en la universidad realmente no fue como lo planeé. Después de semanas con jugar con la idea, finalmente me decidí en abandonarla. Justo a tiempo para decirle a mamá para Navidad.
Pero cuando llegué a casa para el descanso de invierno, mis problemas fueron temporalmente olvidados cuando noté que había dos hombres viviendo con mi mamá. Dos hombres que conocía bastante bien.
Mi ex-mejor amigo, Jonathan y su padre, quien aparentemente se comprometió con mi mamá mientras yo estaba en la escuela.
Significa que el sujeto al que juré que nunca le hablaría de nuevo, estaba a punto de volverse mi hermanastro.
A la mierda mi vida.
Jonathan
No había hablado con Fiona desde que rompí su corazón, pero no por falta de intentos. Ella sólo se negó a hablarme.
Así que cuando su mamá sugirió que los dos pasáramos algo de tiempo para reconectarnos en su cabañas, decidí tomar total ventaja de la oportunidad.
Su mamá convenció a Fiona de ir, pero no soy lo suficientemente estúpido como para pensar que ella iba a quedarse.
Ahí es donde los grilletes son útiles.
Porque, a menos que pueda convencerme de dejarla ir, vamos a estar atados juntos por treinta libras de sólido acero por los siguientes tres días.
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