miércoles, 25 de abril de 2018

Shackled



Fiona

Mi primer semestre en la universidad realmente no fue como lo planeé. Después de semanas con jugar con la idea, finalmente me decidí en abandonarla. Justo a tiempo para decirle a mamá para Navidad.
Pero cuando llegué a casa para el descanso de invierno, mis problemas fueron temporalmente olvidados cuando noté que había dos hombres viviendo con mi mamá. Dos hombres que conocía bastante bien.
Mi ex-mejor amigo, Jonathan y su padre, quien aparentemente se comprometió con mi mamá mientras yo estaba en la escuela.
Significa que el sujeto al que juré que nunca le hablaría de nuevo, estaba a punto de volverse mi hermanastro.
A la mierda mi vida.


Jonathan

No había hablado con Fiona desde que rompí su corazón, pero no por falta de intentos. Ella sólo se negó a hablarme.

Así que cuando su mamá sugirió que los dos pasáramos algo de tiempo para reconectarnos en su cabañas, decidí tomar total ventaja de la oportunidad.
Su mamá convenció a Fiona de ir, pero no soy lo suficientemente estúpido como para pensar que ella iba a quedarse.
Ahí es donde los grilletes son útiles.
Porque, a menos que pueda convencerme de dejarla ir, vamos a estar atados juntos por treinta libras de sólido acero por los siguientes tres días.

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