Una oferta escandalosa que ella no puede rechazar.
El éxito de Zander Kargas se debía en parte a lo que había aprendido al tener que vivir en las calles. Había tenido que luchar por todo y le quedaban muy pocos desafíos por delante. O eso creía él.
Charlotte era la mejor secretaria con la que Zander había tenido el placer de tratar. Y la única mujer que había encendido su deseo en mucho tiempo. Pero tenía el defecto de que trabajaba para su peor enemigo.
Dando por sentado que podía conquistar su afecto del mismo modo en que conquistaba todo lo demás, Zander echó mano a su cartera. Sin embargo, Charlotte no se dejó comprar y Zander supo que no tendría más remedio que seducirla.
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